sábado, 20 de julio de 2013

¿Volver a empezar?





Me conozco tan bien que sé cómo engañarme.

Cuando me doy cuenta me giro rápido para acabar con él, pero desaparece. Al volverme de nuevo siento cómo se agarra a mi espalda. El muy cobarde solo se presenta cuando no hay nadie. Es la viva sombra mortuoria de Lovecraft.

En sus ojos veo el pasado y el futuro.

A veces en sueños consigo matarlo y veo lo que me está ocultando. Pero al final siempre madruga más que yo.

Algún día te conoceré muy bien y será tu fin. Pensaré como he querido vivir y cómo lo he querido. Solo por vivir entre párpados al morir.

O viviré en el intento.

martes, 5 de marzo de 2013

Círculos

Estos días me invaden las siguientes cuestiones: pertenencia al círculo y talento. Todos estamos destinados a formar parte de círculos para encajar en la sociedad. Y desde luego que se agradece cuando se está dentro, pero solo desde fuera se plantea uno el porqué de ese amoldamiento en círculos. 

No son círculos, son circos. Cada uno cumple su función. Mejor dicho, la función vacante. Porque rara vez se aprovecha el talento de cada persona. Sobre todo si ha estado un tiempo fuera del círculo. ¿Qué estará destinado para mí? ¿Será algo que utilice alguno de mis talentos? ¿O debería construirme yo ese destino? ¿Y si carezco de nociones de arquitectura o talento para la determinación? Mi propio ser me limita a creer en que en algún momento del futuro se abrirá una fosa vacante ante mí y no tendré otra opción más que formar parte de ella. ¿Pero cómo reconocer que esa será la definitiva? ¿Sería mejor dejarla pasar y aguardar la siguiente? La sociedad no te concede tanto tiempo. ¿Cómo salir del anonimato y que se te conceda el respeto por vivir fuera del círculo? Es imposible. Porque los de dentro no consideran a los de fuera, mucho menos otorgarles premios. Y los de fuera, si es que existen, se esconden como la más secreta de las organizaciones, dejando a los que nos debatimos entre ser parte del circo o vivir con valor fuera de él.

¿Se pueden adquirir talentos? De ser así no se verían venir de lo lento que marcharían. Pasará toda una vida para entender qué hacer con tu talento. Y será demasiado tarde. Las personas de mayor éxito por sus crímenes entendieron desde un principio su talento y lo aprovecharon al límite. Vivieron toda su existencia fuera del círculo, y la historia les recuerda como extranjeros en la sociedad. Pero yo les respeto por algo que nadie ha sabido respetar. Su talento para el mal e ir en contra de todos defendiendo sus convicciones. Y me preocupa que no se conozcan otros ejemplos en los que el deseo por ver los propios talentos aprovechados más que dictadores, sometedores y genocidas. ¿Es que no se puede aprovechar un talento de fuera del círculo sin acabar como ellos?

martes, 19 de febrero de 2013

Febrero

Qué recuerdos.

No poder dormir. Levantarse, buscar un folio, la pluma y comenzar a escribir. Un preámbulo de lo que he resultado ser, alguien forzado a descubrir su interior. Ahora analizo muchas conductas personales y me siento cada vez más fuera de este orden establecido. He salido ahí fuera y la gente no es buena, el dolor está siempre a nuestro alrededor. ¿Es que no puede uno encontrar o siquiera elegir los miedos de su entorno? Un lugar en el que mis cualidades personales me permitan afrontar situaciones con éxito, un iniverso en donde mis cualidades sean consideradas perfectas. Mi empatía está infrautiizada porque este mundo rechaza e infravalora esta capacidad. Todo está asentado sobre la superficialidad del cuerpo, del orgullo y del egoísmo, sobre pisadas, sangre, guerras, ansia de poder y envidias. 

Mi momento, de haber nacido en otra época, tampoco habría tenido lugar. Según la historia no hemos sido nunca mejores (ni) (peores) que ahora. ¿Quizás sea en una época futura? Este mismo talento, escribir y poder viajar con la mente con música. ¿En qué lugar es útil esto? Quiero descburir dónde está ese mundo. Quisiera tener más fuerza de voluntad para aprender cosas útiles para mí pero inútiles para la sociedad. Quisiera viajar, quisiera ayudar, escuchar y sobre todo aprender. La vida es efímera, soy una víctima del tiempo y del azar. Maese se fue [de] pronto, incluso yo podría caer ahora mismo de una embolia. Habría malgastado la vida con sus planes sin poder realizar los míos. ¿Pero y si me estoy matando ahora mismo? No quiero que ocurra, pero es ese maldito reloj el que me lo recuerda a cada segundo.

A voces rozo la locura.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Echar de ínfimo.

Tu reflejo en el espejo.
Siempre más viejo, cada vez más lejos.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Insanity

Pena es decir poco. Siento pensamientos con las aurículas que jamás han rozado la lengua de un ser humano. Es la materia oscura desconocida descubierta en el vacío más absoluto, un hallazgo inerte, tóxico y con beneficio negativo. Altero la realidad, comprendo el lenguaje de las paredes, el dialecto de los rincones y los gritos de las esquinas del pasado. El ruido es tan ensordecedor que me aturde durante eternos instantes de los que salgo empapado como si hubiera bailado en coma en el interior de la tormenta.

Su periodicidad es abrumadora. Los sueños ya no son vía de escape porque viví dentro de uno. Me he diagnosticado un orificio en el pecho a base de verme atrapado ciertas noches en sueños maravillosos que se vuelven pesadillas al despertar. El resto del universo de mi alrededor parece moverse a otra velocidad o ajeno a la oscuridad que los rodea bajo cada muestra de cariño (de fuerza igual y opuesta). Trato de aprender a andar en una bicicleta sin pedales, pero sigo buscando con los pies el mecanismo que, unido al eje, hace posible el movimiento fluido.

Estoy cansado de bicicletas. Solo sirven para llegar a lugares que dentro de cientos de años serán historias tristes achicharradas por la soledad.

¿Se puede vivir sin ellas? No. Pero sí se puede morir sin ellas. Se puede morir con ellas. Hasta la fecha no he conocido horror de más baja temperatura, capaz de congelar los escalofríos más negativos en la escala determinada por los hombres.

He descubierto que existe la necesidad de afecto, con su correspondiente falta. ¿He caminado tan ciego toda mi vida? ¿Todos tienen esta terrorífica visión de este mundo adyacente en algún momento de sus indiferentes vidas? Quiero deshacerme de este nuevo sentido que me hace sentir como cuchillas las faltas de cariño, pequeñas o grandes. El dolor es tal y golpean tan fuerte antes de cortar en la cicatriz del anterior ataque, que ni los médicos conocen remedio alguno para tales heridas. El auténtico cáncer del hombre es él mismo y el oxígeno que le da la vida es respondable de la propagación de enfermedades. El efecto mariposa que provoca toda una vida desgracias en alguien descontaminado lo vapulea con la violencia y el ensañamiento propios de un descuartizador en pleno desmembramiento. Se produce un efecto dique, la ola no sigue avanzando y destroza la piedra, el bonito paisaje y ahoga la tristeza de mucha gente que desconocía lo que era morir de asfixia en lo más oscuro y tenebroso del océano de pronto ante sus narices.

domingo, 8 de abril de 2012

Pasitos hacia delante, zancadas hacia atrás.


Reconozco que a veces miro a ver qué tal estás. Después estoy un rato buscando calmantes hasta que dejo de pensar en plaquetas incompetentes.

Cierro por negligencia del sistema inmunológico, nervioso central y la llegada del masoquismo ominoso. Que alguien me dé un golpe de Estado.

El sistema está corrupto y necesita ser derrocado. ¿Dónde está mi bufón? —Que baile. Al alba la guerra continúa. Tan solo os pido, Milord, que resumáis la duración de la guerra para que los ríos no sigan por más tiempo teñidos de sangre.

De ese modo estos pueblos podrán en los años venideros reunirse y beber del mismo agua sin apreciar el sabor a derrota y sufrimiento que acarrean las batallas de una guerra mundial en el seno de un organismo deseoso por vivir... en paz.

Yo voy buscando mi chubasquero antimierda, que parece que ya granizan tordos.

martes, 28 de febrero de 2012

Adiós

He tenido que amputarme un ventrículo para evitar la hemorragia general. Odio sentirme mal. Y cuando siento odio, me encuentro peor. Todos los caminos me llevaban a ese mismo punto. ¿Pensabas que eras la única que tiene que ver cómo se acatan las decisiones difíciles? No por venganza, pero está bien que sientas en tus carnes lo que se siente cuando te roban un pedacito de alma. Si es que te quedaba algo de la mía.

Lo repito. No me quisiste. Nadie flaquea tanto con alguien a quien quiere. Nunca hablaste claro. Prácticamente era yo el que gastaba energías en devolverte la alegría, y cuando lo conseguía me encontraba genial. Lo que no sabía ver era que estaba recibiendo LA MISMA energía que yo había emanado de mi cuerpo, pero masticada por otra persona. Nunca me aportaste ni de lejos la misma cantidad de fuerza que yo te aportaba. Simplemente eran mis reservas de ánimos, guardadas para mí, que sacrificaba contigo. Pero nunca se rellenaba el cesto. Nunca lo rellenabas. Pocas veces. Tan pocas que matemáticamente es nulo. Y dudo de que esas provinieran de ti completamente.

Las decisiones tienen consecuencias, que ignoraste durante todo este tiempo. He aquí una de ellas. Me perdiste del todo hasta que reponga mi saco de ánimos, y está por ver que en el futuro tenga ganas de volver a apostar una mínima parte de ese saco contigo. Presté mucho y no recibí nada.

Fue un cuadro precioso. Pero lo estuve pintando con las pinturas equivocadas. Es hora de esconder el lienzo y empezar una nueva obra. Sin esos pinceles.