lunes, 16 de marzo de 2009

Hoy igual que ayer

Hacía mucho tiempo que no volvía aquí.

Y es que no sé si se trata de otra de mis ideas pasajeras, de mis depresiones post-pensar.

Leo y releo cosas anteriores y me doy cuenta de que antes era más feliz que ahora. A pesar de que me sigo identificando con esos textos.

En cuanto cumplí los 20 años lo noté. Sentí una carga enorme de responsabilidad en mi espalda. Me dí la vuelta mirando hacia arriba, comprobando qué era lo que me había golpeado y vi todo lo que había sido hasta ahora, por la manera en que me había comportado.

Vi que cada pequeño acontencimiento de mi vida había vuelto a aparecerse de nuevo infinidad de veces. La reacción que tuve al encontrarme por primera vez con algo sigue en mi mente cuando me encuentro en la misma situación.

También resuena mucho en mi cabeza la frase "con el tiempo la gente cambia". Es que igual soy yo el que ha cambiado. Si me fijo en mí mismo estaría claro, pero no pensaba que se me notaría. En un par de años he visto que todo está condicionado por otra cosa. Por escepticismo he ido dejando que esa selección natural vaya haciendo su trabajo, y he rechazado los resultados del escrutinio, como bien se me había ordenado.

En 2 años han cambiado más cosas que en 18. Si miro atrás quiero volver. A repetir las situaciones que no arreglé como habría correspondido, para cambiar el futuro que he tenido, ya que causaron otra serie de errores de mi vida. Si miro hacia delante lo veo mal, pero aún así no muestro interés por cambiarlo. Me sigo dejando llevar por las circunstancias de cada momento, y no hago planes de mucho futuro. Tengo puro pánico a la responsabilidad, a la idea de que en realidad no está todo decidido, sino que cada uno lo manipula a su antojo. Tengo la esperanza de que si me fuera mal, tendría un accidente o caería gravemente enfermo, para tener la excusa perfecta y no admitir responsabilidades.

Llevo un tiempo queriendo madurar y no puedo. Esto me pasará factura algún día, en el que me lamente por todo lo que no hice. Todo lo que tuve y no supe aprovechar. Y miraré como hoy hacia atrás, y siempre me parecerá mejor lo de ayer que lo de hoy.

Nos seguimos levantando por la mañana porque tenemos la esperanza de que será mejor. Pero no nos damos cuenta de que los "ayer" que llevamos encima también fueron deseos de mejora. Por razonamiento lógico, todo es la misma mierda. Esa es la putada de esta vida, que juega con ventaja, ya que no sabremos lo que nos ocurrirá. Y le da una emoción de lo más macabra.