martes, 19 de febrero de 2013

Febrero

Qué recuerdos.

No poder dormir. Levantarse, buscar un folio, la pluma y comenzar a escribir. Un preámbulo de lo que he resultado ser, alguien forzado a descubrir su interior. Ahora analizo muchas conductas personales y me siento cada vez más fuera de este orden establecido. He salido ahí fuera y la gente no es buena, el dolor está siempre a nuestro alrededor. ¿Es que no puede uno encontrar o siquiera elegir los miedos de su entorno? Un lugar en el que mis cualidades personales me permitan afrontar situaciones con éxito, un iniverso en donde mis cualidades sean consideradas perfectas. Mi empatía está infrautiizada porque este mundo rechaza e infravalora esta capacidad. Todo está asentado sobre la superficialidad del cuerpo, del orgullo y del egoísmo, sobre pisadas, sangre, guerras, ansia de poder y envidias. 

Mi momento, de haber nacido en otra época, tampoco habría tenido lugar. Según la historia no hemos sido nunca mejores (ni) (peores) que ahora. ¿Quizás sea en una época futura? Este mismo talento, escribir y poder viajar con la mente con música. ¿En qué lugar es útil esto? Quiero descburir dónde está ese mundo. Quisiera tener más fuerza de voluntad para aprender cosas útiles para mí pero inútiles para la sociedad. Quisiera viajar, quisiera ayudar, escuchar y sobre todo aprender. La vida es efímera, soy una víctima del tiempo y del azar. Maese se fue [de] pronto, incluso yo podría caer ahora mismo de una embolia. Habría malgastado la vida con sus planes sin poder realizar los míos. ¿Pero y si me estoy matando ahora mismo? No quiero que ocurra, pero es ese maldito reloj el que me lo recuerda a cada segundo.

A voces rozo la locura.