Últimamente nada es lo mismo.
Estoy necesitando curas personales para repararme de toda la mierda que voy pisando. Hace 3 sábados que me inyecto sobredosis de autoestima quedándome en casa. Rechazo los mejores planes para demostrarme a mí mismo que tengo el control sobre ellos; que sé decir que no; en resumen, que me atrevo a decidir.
No sé a quien llamar. No sé a quién recibir. He encontrado una personalidad que es totalmente opuesta a la mía. Sólo sabe ver los problemas desde la propia perspectiva, pero su cerebro no es capaz de ponerse en el lugar de la otra persona, ni tan siquiera de observador omnisciente. No hay manera de hacer entrar en razón. Se cierra completamente a todo tipo de explicación. Se cree en posesión de la verdad "porque te lo digo yo" y las pruebas o las otras opiniones no valen nada. Su forma de ser le lleva a comentar con los demás todos los acontecimientos en busca de apoyo, que consigue mediante presión.
Pero las cosas son así, ahí están las pruebas. Pretendes hacer de ésto una discusión eterna porque solo ves lo que quieres ver. Modestamente hablando, me considero más sabio que tú en lo que concierne a las personas.Y si por evitar una mayor catástrofe tengo que darte la razón, lo haré. Al final, tendré yo que morderme la lengua para que tus momentos de gilipollas no se carguen la relación. ¿Es que tú no concibes el admitir nada? ¿Cuando pararás, el día en el que no hablemos y hayas puesto a todo el mundo en mi contra? Ni tan siquera ahí te detendrás.
Estoy más que harto de ser el único imbécil que parece preocuparse por evitar tensiones, pero no haces más que jugar con la cuerda. No convences a nadie con tus argumentos y tus gritos, y si te dan la razón es porque eres sumamente abrasivo. Te guardas cada gesto negativo --voluntario o involuntario-- para crear el perfil de cada persona y escupírselo a la cara el día que más te convenga.
Eres buena persona y simpático, pero la exposición prolongada a tu lado es cancerígena, te come por dentro y coarta la libertad de expresión. Eres de las pocas personas a las que no las digo mi opinión porque si es contraria a la tuya atacas creando dudas y bajando el autoestima. Las discusiones contigo se acaban por aburrimiento de la otra parte.
Realmente no me gustaría estar en el pellejo de aquel que decida soportarte más tiempo del que yo lo he hecho. Sería bueno que escuchases que transmites el cáncer, pero no te interesa lo más mínimo. Y yo, a partir de ahora, cada vez que ese virus que lanzas entre dentro de mí, voy a escupirte verbalmente para que te contagies con tu propio veneno; ya que no quieres nunca morderte tú mismo la lengua.