Creía que sabía tomar el café sólo. Pero como últimamente hace mucho calor un día de cierta compañía pedí un café sólo con hielo.
Tomé el vaso de café caliente y lo vertí sobre los cubitos. Después abrí el sobre de azúcar y lo vacié en el mismo recipiente. Cuando empecé a remover el café, el líquido de la taza se balanceaba con la cuchara y pegado al cristal, fue derramándose originando molestos posos color café dondequiera que estuviese el vaso.
- Es como si nunca hubieses tomado un café.
- Siempre lo pido sólo. Alguna vez con leche...
- El azúcar hay que echarlo cuando está caliente.
- Con la leche nunca había tenido ese problema.
- También recibes menos café.
Veo fin al café con leche con hielo. Inluso al café con leche...sólo me apetece pedirme otro...y contemplar cómo se desborda sólo mientras el hielo se va derritiendo.
En realidad quiero ser ese cerco de café.
martes, 9 de junio de 2009
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