He tenido que amputarme un ventrículo para evitar la hemorragia general. Odio sentirme mal. Y cuando siento odio, me encuentro peor. Todos los caminos me llevaban a ese mismo punto. ¿Pensabas que eras la única que tiene que ver cómo se acatan las decisiones difíciles? No por venganza, pero está bien que sientas en tus carnes lo que se siente cuando te roban un pedacito de alma. Si es que te quedaba algo de la mía.
Lo repito. No me quisiste. Nadie flaquea tanto con alguien a quien quiere. Nunca hablaste claro. Prácticamente era yo el que gastaba energías en devolverte la alegría, y cuando lo conseguía me encontraba genial. Lo que no sabía ver era que estaba recibiendo LA MISMA energía que yo había emanado de mi cuerpo, pero masticada por otra persona. Nunca me aportaste ni de lejos la misma cantidad de fuerza que yo te aportaba. Simplemente eran mis reservas de ánimos, guardadas para mí, que sacrificaba contigo. Pero nunca se rellenaba el cesto. Nunca lo rellenabas. Pocas veces. Tan pocas que matemáticamente es nulo. Y dudo de que esas provinieran de ti completamente.
Las decisiones tienen consecuencias, que ignoraste durante todo este tiempo. He aquí una de ellas. Me perdiste del todo hasta que reponga mi saco de ánimos, y está por ver que en el futuro tenga ganas de volver a apostar una mínima parte de ese saco contigo. Presté mucho y no recibí nada.
Fue un cuadro precioso. Pero lo estuve pintando con las pinturas equivocadas. Es hora de esconder el lienzo y empezar una nueva obra. Sin esos pinceles.
martes, 28 de febrero de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
Días de gloria
Atrás quedaron esos momentos que eran nuestro futuro. Cada presente que nos regalábamos acunaba, mimaba el pasado; mientras que mis planes para el devenir se iban muriendo un poco cada día.
Qué difícil es la mente humana. Tan pronto estás celebrando tus éxitos como obligándote a reflexionar sobre ella misma. Meta-mente. Reflexión meta-mental.
En el loor de la multitud tu cerebro no veía importante preocuparse por distinguir a todos y cada uno de los participantes en la conferencia. Ha llegado el día en que sí lo necesita.
El primer paso está dado. El conocimiento interno que estoy persiguiendo será mi bread and butter para esta vida. Las apoyaturas no son buenas, y la dependencia menos. Agradezco a las circunstancias ver lo lejos que estaba de conocerme, de tener la posibilidad de, aunque sea por un día, quedar a solas conmigo y disfrutar de lo que significo.
Llevaba regalando mis cualidades a todos los de mi alrededor mucho tiempo, sin darme cuenta de que me estaba olvidando de guardar algo para mí. Pero esto cambiará. Tarde lo que tarde.
Un día seré algo que me inducirá a convertirme en el mejor amigo de esa incógnita. Y gozaré del privilegio de tener tanto en tan poco espacio, en una sola mente.
Entonces, estaré dispuesto a recobrar la inocencia. Que tan duramente se fue.
sábado, 25 de febrero de 2012
Peace
El equilibrio. Es lo más importante. Espero que lo consigas.
Bienvenida a mi lugar de desahogo, estás en tu casa.*
*Cada línea escrita de este blog caduca cuando pulso enter.
Bienvenida a mi lugar de desahogo, estás en tu casa.*
*Cada línea escrita de este blog caduca cuando pulso enter.
viernes, 10 de febrero de 2012
Fin del juego.
Te sentías sola.
Abandonada cuando estabas rodeada de gente, abrazada por alguien que te quería. La agonía de estar gritando en un idioma que creíste que no entendíamos.
Compruebo una y otra vez mis notas. ¿Es verdad? Ojala haya sido una pesadilla. No entiendo cómo pudiste dejar que algo tan bueno desapareciera para siempre. Me entristece leer mensajes o notas del último día antes de vacaciones, en un momento en el que lo estábamos pasando bien. Estabas acompañada, pero tu cabeza, estaba en otra parte. Sin nadie alrededor.
Mi mente viajaba contigo a todas partes. Me presentaba como dos personas, actuaba como dos personas, pensaba como dos personas. Mi cerebro se dividio por completo en dos mitades y llegué a compartir ese sentimiento tan profundo que muchos denominan alma.
Eres víctima de tus propios problemas. Pero te has equivocado de persona a la que alejar y sobre la que pensar. Meterme en el mismo saco donde revuelves todos tus problemas ha sido participar en un sorteo en el que no quería jugar. Porque cualquier papeleta que salga de esa lotería tiene algo asegurado, te va a perjudicar.
Pensé que eras cien por cien transparente conmigo. Pensé que era tu pilar fundamental. Tu piedra clave. Nunca me dejaste cruzar esa línea. ¿Para que entonces tantos te quiero? Los últimos son de navidades, justo antes de que te sintieras tan sola en aquel rincón de Murcia. Incluso ese día quise acompañarte, y llorabas. Estabas triste, como casi siempre. Era algo que tenía asumido de ti, encontrarte feliz era muy difícil.
Has dejado que una tontería se pudriese hasta corromper todo. Todo está ahora contaminado. Pero yo sigo preguntándome por qué he perdido ese refugio de mi corazón. Tengo que vivir ahora intentando asumir que ya no dispongo de el punto de apoyo que me ha levantado durante casi dos años. Me acuerdo de todos los momentos felices y me pregunto... ¿eran razón para pensar que no me querías?
No lo puedo entender.
No lo entiendo.
Ha sido tan de repente, una explosión tan grande que no he sabido cómo reaccionar y me he ido lo más lejos posible. De cuerpo. Porque de mente sigo en aquel trozo de paraíso que construimos. Pero aquí y en el fin del mundo necesito ese punto de apoyo una vez más, no entiendo qué te ha ocurrido para que decidieses terminar con todo. ¿Por qué deshacerse de lo mejor que te ha pasado en mucho tiempo? Eso me lo has dicho infinidad de veces, por eso no llego a comprenderlo.
Me has partido el corazón, has hecho una cicatriz en un alma que era pura contigo. Ha sido un golpe desde un lado que no me esperaba. Un golpe desde el bando aliado.Creía que habías encontrado en mí tu punto de apoyo también.
No te conocí.
No me dejaste conocerte.
Tú misma provocaste que yo cayera en el saco de problemas sobre los que pensar. Y deberías haberme puesto desde el prinncipio en el de los buenos, los sagrados. Donde yo te tenía.
Te quería, más fuertemente de lo que nunca he llegado a echar de menos a alguien. Me falta medio yo. Cargo una gran pena que me hace romper a llorar siempre que me acuerdo de ti. Quiero que me cures, pero te cansaste de ser mi médico. Duele.
Duele mucho.
Cuando me despierto y sé que no te tengo siento que me muero. Lloro. Me has hecho un daño más grave porque confiaba en ti. Yo confiaba en ti.
Te quería.
Abandonada cuando estabas rodeada de gente, abrazada por alguien que te quería. La agonía de estar gritando en un idioma que creíste que no entendíamos.
Compruebo una y otra vez mis notas. ¿Es verdad? Ojala haya sido una pesadilla. No entiendo cómo pudiste dejar que algo tan bueno desapareciera para siempre. Me entristece leer mensajes o notas del último día antes de vacaciones, en un momento en el que lo estábamos pasando bien. Estabas acompañada, pero tu cabeza, estaba en otra parte. Sin nadie alrededor.
Mi mente viajaba contigo a todas partes. Me presentaba como dos personas, actuaba como dos personas, pensaba como dos personas. Mi cerebro se dividio por completo en dos mitades y llegué a compartir ese sentimiento tan profundo que muchos denominan alma.
Eres víctima de tus propios problemas. Pero te has equivocado de persona a la que alejar y sobre la que pensar. Meterme en el mismo saco donde revuelves todos tus problemas ha sido participar en un sorteo en el que no quería jugar. Porque cualquier papeleta que salga de esa lotería tiene algo asegurado, te va a perjudicar.
Pensé que eras cien por cien transparente conmigo. Pensé que era tu pilar fundamental. Tu piedra clave. Nunca me dejaste cruzar esa línea. ¿Para que entonces tantos te quiero? Los últimos son de navidades, justo antes de que te sintieras tan sola en aquel rincón de Murcia. Incluso ese día quise acompañarte, y llorabas. Estabas triste, como casi siempre. Era algo que tenía asumido de ti, encontrarte feliz era muy difícil.
Has dejado que una tontería se pudriese hasta corromper todo. Todo está ahora contaminado. Pero yo sigo preguntándome por qué he perdido ese refugio de mi corazón. Tengo que vivir ahora intentando asumir que ya no dispongo de el punto de apoyo que me ha levantado durante casi dos años. Me acuerdo de todos los momentos felices y me pregunto... ¿eran razón para pensar que no me querías?
No lo puedo entender.
No lo entiendo.
Ha sido tan de repente, una explosión tan grande que no he sabido cómo reaccionar y me he ido lo más lejos posible. De cuerpo. Porque de mente sigo en aquel trozo de paraíso que construimos. Pero aquí y en el fin del mundo necesito ese punto de apoyo una vez más, no entiendo qué te ha ocurrido para que decidieses terminar con todo. ¿Por qué deshacerse de lo mejor que te ha pasado en mucho tiempo? Eso me lo has dicho infinidad de veces, por eso no llego a comprenderlo.
Me has partido el corazón, has hecho una cicatriz en un alma que era pura contigo. Ha sido un golpe desde un lado que no me esperaba. Un golpe desde el bando aliado.Creía que habías encontrado en mí tu punto de apoyo también.
No te conocí.
No me dejaste conocerte.
Tú misma provocaste que yo cayera en el saco de problemas sobre los que pensar. Y deberías haberme puesto desde el prinncipio en el de los buenos, los sagrados. Donde yo te tenía.
Te quería, más fuertemente de lo que nunca he llegado a echar de menos a alguien. Me falta medio yo. Cargo una gran pena que me hace romper a llorar siempre que me acuerdo de ti. Quiero que me cures, pero te cansaste de ser mi médico. Duele.
Duele mucho.
Cuando me despierto y sé que no te tengo siento que me muero. Lloro. Me has hecho un daño más grave porque confiaba en ti. Yo confiaba en ti.
Te quería.
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