viernes, 18 de abril de 2008

Redención

No puedo sentir... bajo mi mano fría
sólo está tu espalda imaginada,
mi guitarra,
y el arma blanca de tu palabra
escrita en una última carta.

No quiero sentir, bajo mi mano fría,
la forma de tu cara y tener que pensar
que ya no me darás nada
que no puedo esperar nada
que no debo querer nada... más.

Y bajo mi mano tiemblan de frío los anhelos,
se han congelado los sueños hasta próximo aviso,
y tengo que guardar mis besos en un cajón...
esperar sin esperanza...

Mírame a la cara
¡Mírame!
...ábrelo...
Yo...
sólo quiero abrir ese cajón...
¡Y escucharte decirlo alto!
"Perdón"